Infección en el codo

En los cinco años que han pasado desde que me rompí el codo, no me había pasado nunca, se me infectó el codo tocado (a la vez que sufría una gripe).

Lo de la gripe lo pongo porque en un principio pensé (el médico también) que se trataba de que la gripe (o un catarro muy fuerte, tampoco es seguro que fuese una gripe), que me había afectado a la bolsa sinovial del codo izquierdo. Una vez que lo vi con Julio, a él le parecía que muy probablemente alguno de los hierros que aún conservo en el codo, me haya hecho una herida en dicha bolsa y fuese esto lo que, infectándome el codo, hiciese que se me hinchase como se me hinchó... como un huevo de gallina (pena no haber sacado una foto, porque realmente impresionaba).

Lo malo de todo esto, además de la infección del codo que tuve que tratar con antibióticos, es que he tenido que reposar, sobre todo en karate. De hecho aún no voy a karate para no forzarlo hasta que esté todo otra vez "en su sitio". Empezaré con el nuevo año 2009, para el que ya sólo quedan unos días. Días que voy a aprovechar para ir a correr a diario o, al menos, intentarlo; salvo días como el 1 de enero (en el que no creo que esté para muchos trotes... ¡nunca mejor dicho!). Así además ganaré forma y empezaré el año con mejor ánimo y disposición.

Después, a partir de febrero empezaré un M.B.A. y tendré que dejar las clases de karate de los sábados... aquellas por las que empecé cuando volví a entrenar. Sólo tendré dos días de clase a la semana: martes y jueves; pero tendré que sacar tiempo de algún sitio porque si quiero presentarme al examen de 3er dan en septiembre (que quiero), necesitaré más que 2 horas a la semana para llevarlo perfectamente preparado.

Otro día, cuando empiece a clarificarse todo, hablaré largo y tendido de la situación de la federación gallega de karate y disciplinas asociadas (por ahora escrito así, en minúsculas)... pero eso será otro día.