Retorno al deporte

jueves, 13 de septiembre de 2012

Resumen del verano 2012

Seguro que me quedan cosas por contar; pero intentaré hacer un resumen de lo que fue el verano de 2012.

Aunque no estuve yendo a clases de karate, sí que estuve entrenando bastante tanto corriendo como en el gimnasio; pero hubo un momento crucial que me descolocó un poco el verano desde principios de agosto.

Este año sí. Este año fui al San Andrés Man, que es una competición tipo triatlón que se organiza en Ortigueira por un grupo de amigos de toda la vida. En realidad se trata de cruzar la ría de Ortigueira a nado (unos 900 metros), subir corriendo a San Andrés de Teixido (de ahí el nombre y que son unos 13 kilómetros y medio) y bajar hasta Ortigueira en bici (bueno, lo de bajar es un decir porque los 3 kilómetros y medio primeros son una subida importante).

La cosa no fue muy bien porque llevaba unos días que el tobillo izquierdo me estaba dando problemas; pero la "presión de grupo" fue muy fuerte y no me arriesgué al choteo generalizado si finalmente no lo hacía. Ello supuso una lesión que aún arrastro y de la que luego hablaré; pero ahora describamos cómo fue el evento en sí. Lo pasé muy bien porque el espíritu no es competitivo (bueno, no del todo :) y hay muy buen rollo con todos animándonos y choteándonos a todos.

8:30 en el malecón de Ortigueira y todos preparados para nadar. A mí lo de nadar no se me dio nada bien y buena parte del recorrido lo hice en el catamarán de Manolo Polo, ante el riesgo de no llegar en la vida a la otra orilla. Además, como inexperto que soy, me eché vaselina en el cuello para que no me hiciese daño el neopreno y luego limpié las gafas con las mismas manos... resultado: no veía tres en un burro.

Correr lo llevé relativamente bien, salvo que el tobillo me estaba matando y cada vez que paraba para reagruparnos, volver a empezar era un suplicio; pero lo malo, malo, fue la bajada a San Andrés que creo que fue la que me rompió definitivamente.

La bici fue un poco más llevadera porque el movimiento del tobillo era solo lineal y no sufría tanto. Además, como gran parte del recorrido es en bajada, se llevó bien. Lo bonito es que llevábamos un grupo de apoyo cojonudo y se hicieron muchas fotos (que, en cuanto reciba alguna, publicaré). Además, al llegar a Ortigueira el recibimiento fue prácticamente de héroes.

Eso sí, no tanto el domingo (esto es, al otro día); pero sí el lunes, el tobillo dijo basta. Diagnóstico: derrame articular que necesitó antiinflamatorios a manta, una infiltración para poder apoyar el pie, muletas y 20 sesiones de fisioterapia en las que aún estoy. De hecho, he tenido una recaída estos días, aunque hoy estoy un poco mejor.

El año que viene repito, aun a riesgo de que me echen de casa porque, al coincidir la temporada con las vacaciones, no pude estar todo lo "disponible" que debía. Y ahora impaciente por ponerme otra vez a entrenar, aunque no creo que sea antes de un par de semanas. Habrá que ir poco a poco en la carrera para no machacar otra vez el tobillo (elíptica, bici estática...) y empezar a pensar que hay que ir a nadar y andar en bici para no hacer el ridículo.

Por lo demás, en las mismas fechas hay que empezar a ir a karate al menos un día a la semana, para luego pensar en ampliarlo a dos días. Buenos objetivos de "inicio de curso", algo mediatizados por la lesión; pero que hay que poner todo de mi parte para cumplir.