¡Qué susto!

Este sábado, después de pasar la gripe, he cometido la burrada de querer probarme y por poco no vuelvo a las andadas con el tendón de Aquiles... pero esta vez el de la pierna izquierda, ¡lo que me faltaba!

Todo comienza porque creía que mis ritmos estaban por debajo de lo que debía ser. Me propuse entonces calibrar el pulsómetro siguiendo las indicaciones de una ruta creada con la página gmap. Esto es, calculé una distancia en base a esa página y pensaba que había calibrado mi pulsómetro un 10,2% por debajo de lo que debería. Eso implicaba que mis ritmos estaban ese 10,2% por debajo de lo real. Eso me animó mucho; pero me hizo confiarme y me planteé el reto de correr unos 5 kilómetros a un ritmo de 5 minutos aproximadamente... y lo hice. 5 kms. en 25 minutos según la nueva calibración.

Eso sí, al enfriar noté que el tendón de Aquiles de la pierna izquierda me dolía... ¡pánico! ¿Quién me mandaría a mí? Empecé a pensar. No dejé pasar ni un instante y comencé un protocolo de recuperación: trabajé la pantorrilla amasándola para intentar soltar la tensión, trabajé los gemelos y los isquiotibiales para estirarlos, voltarén, ibuprofeno... vamos, que no dejé nada por hacer.

El día siguiente, domingo, bajó un poco mi preocupación. Ya no me dolía tanto el tendón de Aquiles (aunque lo tenía muy tenso y pelín dolorido) y, a lo largo del día, después de seguir trabajando en la recuperación, noté que el dolor se trasladaba a la parte superior de los gemelos (que aún me duelen ahora un poco). Pero lo bueno es que parece que el tendón no se ha visto afectado.

Además, para menor gloria de mi hazaña, he vuelto a calibrar el pulsómetro y he tenido que volver a ponerlo prácticamente como sale de fábrica con lo que además el ritmo de 5:00 por kilómetro no lo daré por válido hasta que no vuelva a hacerlo con la nueva calibración. Hasta estoy pensando en comprar el G3, el GPS de Polar para no estar siempre con estas dudas :)

Seguiré descansando un par de días, tampoco iré a karate mañana martes y ya veremos el miércoles si voy a correr, todo con el fin de que no haya problemas cuando vuelva. Mi idea era ir a la Vig-Bay; pero me parece que cada vez que me pongo un reto, me paso en el entrenamiento y lo pago, así que avanzaré sin objetivos concretos, entrenaré para guardar la forma física para hacer karate y no me plantearé objetivos de carrera hasta que no lleve al menos un año corriendo ininterrumpidamente con ritmos crecientes. Pero eso sí, con cuidado, que ya no estamos para incrementar ritmo o distancia rápidamente.