Mejorando a ojos vista

Un mes muy intenso porque ha habido tiempo para todo, hasta para descansar prácticamente una semana por otra infección de la niña (que estuvo 3 días ingresada). Y, como viene siendo habitual, después del descanso, los mejores tiempos en carrera, lo que demuestra que el descanso le viene bien al cuerpo.

Lo que echo de menos es ir a clase de karate; pero por fortuna me estoy haciendo todos los días un hueco para practicar las katas en casa. Ya tengo controladas las cuatro primeras Pinan de Shito-ryu y Kosokun-dai (además de las katas tipo Bassai-Dai o así, que ya controlaba de antes). Eso sí, controlar no es dominar, para eso me quedan unos años porque no se puede cambiar de la noche a la mañana y menos cuando se llevan tantos años practicando un estilo aunque sea a "trompicones".

Volviendo a la carrera, ha habido dos días importantes: uno de 4:35 el kilómetro y otro de 4:58. Especiales ambos sobre todo porque hay que tener en cuenta que un tercio de la carrera lo hago a "ritmo azul" (esto es, por encima de los 5:45) lo que quiere decir que mejoro mucho en los otros dos tercios. Lo que me falta son kilómetros para mantener esta velocidad; pero eso no es más que entrenar y empezar a alargar las carreras.

En el gimnasio bien y esta semana que está a punto de entrar, estrenamos tabla con más pesos y más repeticiones (a ver si no se me hace muy larga la sesión). Con los días de fiestas, vacaciones y otros compromisos va a haber que planificar y replanificar más de una vez; pero lo importante es la sensación de que no me vence la pereza y que solo estas fechas especiales hacen que deje de hacer algo algún día.

Y, programado ya el San Andrius 2013 para el 15 de agosto, aunque aún no he ido a nadar ni un solo día. Eso sí, superado el tramo cruzar la ría, después me siento pletórico. Así que, a no desmerecer nadando (sin agobios, llegando el último, ¡qué más me da!) y después a disfrutar de lo que realmente me gusta, correr (la bici, a pasarla y punto).