Vuelta al camino (II)

La semana ha acabado bien porque después de cumplir los tres días de carrera y el entrenamiento de karate, el tobillo ya no me da problemas.

El viernes corrí 35 minutos a un ritmo de 10,100 km/h. Esto es un poco por encima del ritmo que tenía antes de la lesión; pero me sentía bien. Lo hice a una frecuencia cardíaca media de 85% (también por encima de lo que solía). Recorrí 5,890 kms.

El domingo corrí 45 minutos a un ritmo algo menor, de 9,800 km/h. de media y con una frecuencia cardíaca media de 84% (no es comparable porque el ritmo fue menor). Recorrí 7,330 kms. Ahora mismo estoy en una media de 76 zancadas por minuto, pero esto debo aumentarlo a medida que vaya cogiendo forma otra vez.

En cuanto al karate, el sábado fue un buen día porque como están preparando los exámenes de grado, al final de la clase tuve oportunidad de entrenar los katas con Fran mientras el resto preparaba sus katas y wazas. Ya casi tengo cogida Wankan (que nunca la había hecho) y ahora tendré que ir a por Kushanku. Otras como Bassai-sho o Seisan, ya las tengo otra vez (a falta de mucha práctica, eso sí, para cogerles el ritmo adecuado). Otras como Sepai, Empi, etc. las podré practicar sin problemas por ser exactas a las de Shito-ryu.

El sábado también aproveché que me levanté temprano para hacer los tests que incluye el pulsómetro: Fitness y Optimizer. Tienen su propia escala y en mi caso, el test Fitness me dio un resultado de 41 que indica una forma física moderada (he bajado con respecto a meses anteriores, por lo que tengo que aumentar un poco el ritmo de entrenamiento para llegar a bueno por lo menos) y en cuanto a Optimizer, el resultado fue 2, que indica que no estoy ni sobreentrenando ni subentrenando (puedo aumentar entonces el ritmo de entrenamiento al menos algún día de la semana).